martes, 18 de junio de 2013

Existen tres tipos de apegos que pueden tener diferentes manifestaciones e intensidad a lo largo de nuestra vida. El apego afectivo, que se puede confundir con el amor y se muestra con mayor intensidad en las relaciones de parejas o ante la muerte de un ser querido, implica que convertimos a la otra persona en la razón de nuestro ser. El apego material supone centrar la felicidad en el tener, poseer y ostentar; lo que lleva a creer que valemos más por lo que tenemos que por lo que somos. El apego ideológico, las creencias falsas y los fanatismos extremos, están en la base de los peores pasajes de la historia y es el origen de guerras y rivalidades. “La solución está en tus manos. No importa cuál sea tu situación; realmente, la solución es la misma para todos, y cada uno tendrá que recorrer su propio camino” .Se trata de despertar, de elegir y decidir salir del estado de inconsciencia en el que te encuentras.

El camino del despertar es espiritual y se soporta en la visualización creativa, la meditación y el servicio a los demás. “La verdadera espiritualidad consiste en que nada, ni nadie, ni ningún suceso o acontecimiento nos pueda perturbar. Y, si por alguna razón, en algún momento algo nos perturbara, la espiritualidad nos da el poder de elegir conscientemente y dejar de lado aquello que nos causa sufrimiento”. Para lograr la paz interior debemos armonizar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Y para ello debemos abrir nuestra mente y nuestro corazón y desarrollar la capacidad de escucha. Es importante que observemos nuestras relaciones con el mundo y con los demás; que identifiquemos las emociones y pensamientos que manejan nuestra vida; que reconozcamos las creencias que nos hacen daño y causan apego; que analicemos nuestro miedos; que identifiquemos y trascendamos el dolor, que es un indicador de que hay que cambiar.

La visualización creativa nos ayuda a acabar con nuestras barreras internas, miedos y dudas y atraer aquello que deseamos, pero no para controlar el comportamiento de los demás o hacerles que vayan en contra de su voluntad. Su poder radica en que el cerebro no distingue entre un acontecimiento real y uno imaginado; y por ello, si creamos una realidad interior el cerebro crea, automáticamente, la pauta que nos lleva a los resultados.

La meditación es la llave para acceder a tu interior y está al alcance de cualquiera; “es volver a lo básico, a tu hogar, a tu templo sagrado, en el que sólo el amor y la paz reinan. (…) lograr ese estado de consciencia es más que una experiencia; eres tú, es tu propio ser en toda su plenitud” .

El servicio a los demás, un servicio generoso y desinteresado, realizado sin esperar nada a cambio potenciará todo tu trabajo interior y dará sentido a tu vida. Es la herramienta más silenciosa pero mas poderosa en el camino de la liberación interior.

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