martes, 18 de junio de 2013

REFLEXIONA...

Hay que disfrutar cada instante, cada momento que la vida nos da. Mañana puede ser demasiado tarde para comprender que pequeñas cosas, instantes de gestos solidarios, podían ser los más grandes y quizás los hayas perdido...
La fuerza para emprender un empeño solidario la emana de tu propio corazón, cuando cierras la ventana al exterior y miras a tu propio corazón. Si no estás bien adentro, no puedes dar a nadie. Primero has de estar bien contigo mismo, emanar paz y alegría, para después poder dar. La rosa emana libremente su fragancia. De la misma forma, nuestro corazón ha de emanar libremente el amor, el servicio, la solidaridad… Todo ello sin esperar recibir nada a cambio.
En realidad la verdad es sólo una: El amor y la paz interior están en tu corazón, la felicidad no está fuera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario